El Profesional que Emigra: Las Emociones que No Esperabas Sentir
Cuando decidimos emigrar por razones profesionales, lo hacemos con una mezcla de ilusión, ambición y valentía. Nos visualizamos creciendo, desarrollándose, enfrentando nuevos retos. Y es verdad: emigrar te expande, te transforma y te abre mundos. Pero lo que muchas veces no se dice lo suficiente —y es importante hablarlo— es todo lo que también se mueve por dentro. Las emociones que te sacuden en silencio. La frustración que no esperabas. La sensación de estar perdiéndote en un mar que no sabes cómo nadar.